El derecho esencial que debe asistir a todo ser humano, siempre, es el de la vida.
Cuando las condiciones de salud se han perdido y la enfermedad lleva a quien la padece a una situación irreversible, cabe preguntarse si se está cuidando la vida o prolongando la agonía.
La muerte como fenómeno social ha recibido el culto y la veneración del hombre a través de los siglos. Las ceremonias funerarias, mezcla de celebración y temor han sido motivo de estudio, tanto como la vida, por parte de científicos, filósofos y teólogos; los diferentes cultos, por su parte le han dado interpretaciones diversas: castigo, redención, "un paso al más allá", "el valle de los muertos", etc. como si un calificativo sonoro pudiera por si sólo explicarla como fenómeno, que por irreversible ha sido a la vez motivo de rechazo y búsqueda, en el cual ciencia y religión se han mezclado.
A través de los siglos el hombre ha querido explicar la muerte como un paso hacia otros mundos mejores y eternos, considerando éste como temporal y de preparación para ese viaje. Ello ha hecho que metafóricamente haya tratado de hacer un culto a la vida y a la perfección de la misma, descartando con actitudes de discriminación a los deformes, enfermos mentales, y a los de razas no deseadas.
Es posible que la Eutanasia sea solamente una manifestación más de esta actitud que con el correr de los siglos ha merecido la crítica y condena de las diferentes civilizaciones, pero que no por ello, ha impedido la búsqueda por medio de ella de una perfección que nunca ha logrado.
Hemos tratado de lograr una síntesis y en nuestra búsqueda hemos dado con un trabajo de Internet que en uno de sus párrafos dice:
"La muerte moderna ocurre en modernos hospitales, donde puede ser ocultada, despojada de su agonía orgánica y finalmente, preparada para el sepelio moderno. Podemos negar no sólo el poder de la muerte, sino también el de la naturaleza. Ocultamos nuestro rostro de su rostro, pero sin embargo dejamos entreabiertos los dedos porque hay algo en nosotros que no puede resistir una mirada furtiva". (1)
Etimológicamente la palabra "eutanasia" significa: buena muerte, dulce, libre de sufrimientos. (36,147) La empleó por primera vez Francisco Bacón en el siglo XVII.
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